Israel lanza ataque aéreo contra instalaciones nucleares de Irán; EE. UU. se deslinda.
En una sorpresiva operación militar, Israel lanzó en la madrugada de este viernes una serie de ataques aéreos sobre objetivos estratégicos en Irán, incluyendo instalaciones relacionadas con su programa nuclear. El operativo, denominado “León en Ascenso”, fue calificado por el gobierno israelí como una acción preventiva para frenar lo que considera una amenaza inminente: la posible fabricación de armas nucleares por parte del régimen iraní.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que “Israel actúa para garantizar su supervivencia” y advirtió que los ataques continuarán “los próximos días si es necesario”. Según reportes iniciales, los bombardeos alcanzaron edificios clave en Teherán y otras ciudades iraníes donde se desarrollaban actividades nucleares. Medios estatales iraníes informaron que el jefe de la Guardia Revolucionaria, José Salami, habría muerto en los ataques junto a otros altos mandos militares.
La respuesta de Estados Unidos no se hizo esperar. El secretario de Estado, Marco Rubio, emitió un comunicado en el que aclaró que su país “no participó en los ataques contra Irán” y que su “máxima prioridad es proteger a las fuerzas estadounidenses desplegadas en la región”. Mientras tanto, Israel ha advertido a su población civil sobre posibles represalias por parte de Teherán.
La comunidad internacional observa con preocupación el rápido escalamiento del conflicto, mientras aumentan los temores de una confrontación regional de gran envergadura.
El conflicto entre Israel e Irán ha escalado considerablemente en 2025, marcado por tensiones militares y declaraciones de guerra indirecta. Israel acusa a Irán de avanzar en su programa nuclear con intenciones bélicas, y recientemente lanzó ataques aéreos contra instalaciones nucleares en Teherán y otras ciudades iraníes. Estos bombardeos, según el gobierno israelí, buscan prevenir que Irán adquiera capacidad para fabricar armas nucleares, algo que considera una amenaza directa a su existencia. Irán, por su parte, ha condenado los ataques y ha prometido responder, generando una creciente preocupación por un conflicto abierto en el Medio Oriente.
Mientras tanto, Estados Unidos ha intentado desmarcarse de la operación israelí, asegurando que no participó en los ataques y que su prioridad es proteger a sus tropas en la región. La comunidad internacional ha hecho llamados a la moderación, pero la posibilidad de represalias por parte de Irán mantiene la región en un estado de alta tensión. Este conflicto, de raíces ideológicas, estratégicas y religiosas, podría tener consecuencias globales si no se contienen las hostilidades.



