Una impactante escena en vivo ha dado la vuelta al mundo este lunes, luego de que un bombardeo israelí impactara las inmediaciones del canal estatal de Irán durante una transmisión en directo, obligando a una presentadora a abandonar abruptamente el set mientras intentaba buscar resguardo.

El ataque se produce en el marco del cuarto día consecutivo de intensos enfrentamientos entre Israel e Irán, en lo que analistas ya califican como uno de los episodios más peligrosos en décadas entre las dos potencias militares del Medio Oriente.

Fuentes israelíes confirmaron que su ofensiva tuvo como blanco una base militar en territorio iraní, identificada como un centro de mando de las Fuerzas Quds, una élite militar que responde directamente al líder supremo de Irán y que coordina operaciones con aliados regionales de Teherán.

Poco después del bombardeo a la sede de la televisión estatal iraní, un misil lanzado desde Irán impactó un edificio residencial en la ciudad israelí de Petah Tikva, causando varias muertes. También se reportaron víctimas en la ciudad de Haifa.

La cadena estatal iraní interrumpió toda su programación tras el impacto, mientras medios locales confirmaban daños importantes en sus instalaciones. Las autoridades de Teherán han prometido “una respuesta contundente” al ataque, lo que incrementa la tensión en un conflicto que ya amenaza con desbordarse más allá de sus fronteras.

Tanto Estados Unidos como la Unión Europea han emitido llamados urgentes a la desescalada, mientras se multiplican los temores de que otras potencias regionales, como Hezbolá en Líbano o las milicias chiítas en Irak, puedan activarse en apoyo a Irán, arrastrando a la región hacia una guerra de mayores proporciones.Con el conflicto escalando rápidamente, expertos advierten que los ataques directos a infraestructuras civiles y mediáticas marcan un punto de no retorno, cruzando líneas rojas del derecho internacional.

Organismos como Reporteros Sin Fronteras han condenado el bombardeo a la televisión estatal iraní, señalando que “atacar medios de comunicación es un grave atentado contra la libertad de prensa y pone en peligro a periodistas y civiles por igual”. Mientras tanto, la comunidad internacional permanece en alerta máxima ante la posibilidad de una guerra regional a gran escala.