Dictan prisión preventiva contra mujer que ultimó a su expareja en SFM.

San Francisco de Macorís — Un tribunal de la provincia Duarte dictó tres meses de prisión preventiva como medida de coerción contra Lisbet (apellido no especificado), acusada de quitarle la vida a su expareja sentimental en un hecho ocurrido recientemente en San Francisco de Macorís.

La decisión fue tomada por la jueza del Juzgado de Atención Permanente, quien determinó que, debido a la gravedad del caso, el peligro de fuga y la magnitud del daño social causado, la imputada debe cumplir la medida en la cárcel de la Fortaleza Olegario Tenares, en Nagua.

Durante su traslado al penal, la acusada de ultimar a su expareja, mostró signos de arrepentimiento y expresó entre lágrimas: “Esa era mi adoración… estoy arrepentida”. Sin embargo, los familiares de la víctima rechazaron sus declaraciones, asegurando que no mostró señales de remordimiento previo y cuestionaron su comportamiento, calificando la relación como conflictiva y marcada por el consumo de sustancias.

El Ministerio Público señaló que la imputada no presentó arraigo suficiente ni pruebas de padecimientos psiquiátricos que justificaran una medida menos severa. La acusación se mantiene bajo el cargo de homicidio voluntario, por lo que, de ser hallada culpable, podría enfrentar hasta 20 años de prisión.

Los familiares del fallecido exigen justicia y piden que el proceso se conduzca con firmeza, “porque no fue un perro lo que ella mató”, declaró con indignación la madre del joven asesinado.

Violencia de género

La violencia de género en República Dominicana continúa siendo un grave problema social que afecta tanto a mujeres como a hombres, aunque con mayor frecuencia y severidad hacia las primeras, según estadísticas oficiales. Este tipo de violencia abarca agresiones físicas, psicológicas, sexuales y económicas ejercidas en el marco de relaciones afectivas, familiares o de poder, sin importar el sexo de la víctima.

Las instituciones del Estado, así como diversas organizaciones sociales, han intensificado sus esfuerzos en prevención, atención y sanción, pero persisten retos significativos en materia de educación, acceso a justicia y protección efectiva.

Si bien la mayoría de los casos reportados involucran a mujeres como víctimas, también existen situaciones donde los hombres sufren violencia por parte de sus parejas, aunque estos casos tienden a estar menos visibilizados y denunciados. La imparcialidad en el abordaje del tema es fundamental para garantizar una política de prevención inclusiva, que reconozca y atienda cualquier manifestación de violencia basada en el género o en roles tradicionales que fomentan el abuso de poder en las relaciones.

La erradicación de este fenómeno requiere un enfoque integral, con énfasis en la equidad, la sensibilización y el fortalecimiento de la cultura de paz y respeto mutuo.