Durante la continuación del juicio por presunta corrupción, Carmen Magalis Medina Sánchez, exvicepresidenta del Fondo Patrimonial de las Empresas Reformadas (FONPER), negó rotundamente las acusaciones en su contra y calificó el proceso judicial como una maniobra para perjudicar la imagen de su hermano, el expresidente Danilo Medina.

“Soy inocente y a la justicia no le debo nada”, afirmó de manera enfática Medina Sánchez durante la presentación de sus alegatos finales ante el Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Nacional. El Ministerio Público solicita una pena de 10 años de prisión por cargos que incluyen coalición de funcionarios, complicidad en estafa contra el Estado, asociación de malhechores, financiamiento ilícito de campañas políticas y lavado de activos.

Medina Sánchez aseguró que su inclusión en el proceso judicial responde a una estrategia de persecución política:“He sido una víctima colateral de una persecución política que hoy se conoce como judicialización de la política. Todos los discursos del Ministerio Público giran en torno a mi hermano, el expresidente Danilo Medina, a pesar de que él no es parte del proceso”, expresó ante las juezas del tribunal.

La exfuncionaria sostuvo que durante los cuatro años que ha durado el proceso, la Fiscalía no ha logrado presentar pruebas concluyentes en su contra. “Si hubiese existido una sola persona que pudiera señalarme directamente, aunque sea debajo de la tierra, la habrían traído aquí. Pero no la hay”, manifestó Medina.

Su defensa, liderada por su abogada, reiteró la inocencia de su clienta y confía en que será absuelta. “Todas las pruebas del proceso confirman que ella es inocente. Esta acusación es ficticia”, declaró la jurista.

Sin embargo, el Ministerio Público insiste en que la defensa evade los elementos probatorios que la incriminan. Según la acusación, Carmen Magalis Medina ocupó simultáneamente dos cargos públicos sin haber sido debidamente designada por decreto y habría aprobado pagos irregulares desde el FONPER para beneficiar un supuesto entramado de corrupción dirigido por su hermano, Alexis Medina.

El juicio continúa, y la decisión del tribunal será clave en uno de los casos más relevantes relacionados con presunta corrupción administrativa durante el pasado gobierno.