Este martes, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) repatrió a 109 dominicanos acusados de violar las leyes de inmigración y cometer otros delitos federales. La medida se enmarca en la política migratoria restrictiva implementada por la administración del expresidente Donald Trump, que continúa teniendo impacto en comunidades migrantes.

Los deportados llegaron al mediodía en un avión civil de la compañía Globolx, matrícula estadounidense N276GX, al Aeropuerto Internacional de Las Américas, José Francisco Peña Gómez. El vuelo hizo una escala en Haití antes de aterrizar en territorio dominicano, donde dejó a otros grupos de indocumentados.

Entre los repatriados se encuentra Vladímir Domínguez, quien residió en Estados Unidos por cinco años y fue detenido en Miami mientras trabajaba en construcción. “Agarra mexicano, dominicano, venezolano… como 12 y después 12 más esta semana. Han agarrado como 108”, relató Domínguez.

Algunos de los deportados, como Domínguez, fueron detenidos por infracciones menores, mientras que otros cumplían condenas por delitos graves, incluyendo casos relacionados con narcotráfico. A pesar de las dificultades que enfrentaron durante la travesía para llegar a Estados Unidos, varios expresaron su intención de intentar regresar. “Hay que irse de nuevo, claro que sí. Aquí nada más el gobierno se enfoca en su bienestar”, comentó uno de los deportados.

La llegada de estos ciudadanos ha generado preocupación en el país, ya que muchos retornan sin recursos ni redes de apoyo. Las autoridades dominicanas no han emitido declaraciones oficiales sobre las medidas que se tomarán para apoyar a los deportados en su reintegración a la sociedad.