El gobierno de Donald Trump anunció este lunes el fin del uso de la aplicación fronteriza CBP One, una herramienta que permitía a los migrantes programar citas en ocho puertos de entrada a lo largo de la frontera suroeste de Estados Unidos. La medida, considerada un pilar de la estrategia migratoria durante la administración anterior, formó parte de las primeras decisiones del presidente tras jurar su cargo, cumpliendo así una de sus promesas de campaña.
Un aviso publicado en el sitio web de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) confirmó que la aplicación ya no está disponible y que todas las citas previamente agendadas han sido canceladas. CBP One había facilitado la entrada legal a casi un millón de personas, permitiéndoles también obtener elegibilidad para trabajar en el país.
En su discurso inaugural, Trump anunció además el restablecimiento de la política de “Quedarse en México”, que exige a los solicitantes de asilo esperar en territorio mexicano mientras sus casos son procesados en los tribunales de inmigración de Estados Unidos. También reiteró su intención de poner fin a la práctica conocida como “detener y dejar en libertad” (catch and release), argumentando que fortalecerá la seguridad fronteriza.

El presidente aprovechó la ocasión para declarar que firmará una orden ejecutiva que designará a los cárteles de la droga como “organizaciones extranjeras terroristas”. En sus palabras, “Como comandante en jefe tengo la responsabilidad de proteger a nuestro país”. Trump añadió que invocará la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para implementar nuevas medidas contra estas organizaciones.
Estas decisiones marcan el inicio de una administración enfocada en endurecer las políticas migratorias, una promesa que resonó fuertemente durante la campaña electoral y que parece estar en el centro de las prioridades del nuevo gobierno.