La desaparición de dos menores de edad en la comunidad de Villa Liberación, La Otra Banda, ha generado gran preocupación entre familiares y vecinos. Sheila Bautista, de 13 años, y Grismer Medina Peralta, de 12 años, fueron vistas por última vez la mañana del lunes cuando salieron de sus hogares, supuestamente para encontrarse con personas que conocieron a través de un videojuego en línea.

Detalles del caso

Según el testimonio de José Manuel Bautista, padre de una de las niñas, las menores fueron contactadas por dos adultos de entre 25 y 28 años mediante el popular juego Free Fire. A través de la plataforma, estos individuos les habrían ofrecido ropa, celulares y una mejor calidad de vida.

“Yo no sabía nada de eso, pero la amiguita de ella sí estaba enterada de esas conversaciones. Ellos las convencieron para salir con la promesa de que les regalarían teléfonos”, declaró Bautista.

Las niñas abordaron un transporte público en una parada de autobuses con destino a la Línea Noroeste, donde supuestamente residen los individuos que las sedujeron en línea. La familia se enteró del plan porque una tercera menor se negó a participar y relató lo sucedido.

“Una desaparición sin pistas”

Carla Paola Peralta, madre de Grismer Medina, relató que dejó a su hija en la puerta de su escuela la mañana del lunes, pero la niña nunca entró al centro educativo. Desde entonces, no ha tenido noticias sobre su paradero.

“Desde las 8 de la mañana que la dejé en la escuela no he sabido nada de ella. Se dice que la vieron subiendo a un carro junto a otra niña, pero no sabemos si es cierto,” expresó la madre desesperada.

Autoridades en alerta, pero aún sin respuestas

Las familias han exigido a las autoridades actuar de inmediato, pero han recibido la respuesta de que deben esperar el tiempo reglamentario antes de iniciar una búsqueda oficial.

Ante cualquier información sobre el paradero de Sheila Bautista y Grismer Medina, sus familiares han pedido comunicarse al 829-268-3204. La comunidad se mantiene en vilo, mientras las autoridades continúan las investigaciones en un caso que vuelve a poner en evidencia los peligros del contacto de menores con desconocidos en internet.