Una familia de origen chino vivió una experiencia aterradora durante un violento asalto ocurrido en su residencia. Miguel, un seudónimo utilizado para proteger la identidad de una de las víctimas, compartió los desgarradores detalles de aquella noche en la que su hogar se convirtió en escenario de violencia y desesperación.

El inicio del horror

Miguel relató que llegó a su casa alrededor de las 8:07 p.m., notando un vehículo sospechoso estacionado cerca de la entrada. Aunque la situación le pareció extraña, no imaginó el peligro que estaba por enfrentar. Ingresó a su residencia dejando la puerta entreabierta, ya que planeaba salir nuevamente con materiales de trabajo. Sin embargo, en cuestión de segundos, un hombre armado entró a la vivienda.

«Yo entré a la oficina donde trabajo, estaba mi hijo jugando, y, de repente, me dice: “No te muevas”. Cuando me volteo, veo a una persona armada y encapuchada. Mi primera reacción fue preguntar: “¿Y eso?”. Me lancé sobre él y forcejeamos. Durante el forcejeo me golpearon con la cacha de la pistola», relató Miguel.

La tortura dentro del hogar; El horror escaló rápidamente. Los atacantes llevaron a Miguel a su habitación, donde lo sometieron a brutales actos de violencia para obligarlo a entregar dinero y joyas. «Me ahorcaron, me amarraron, me golpearon en la cabeza y las costillas. Fue un infierno total. Me decían que me matarían si no entregaba los cuartos del negocio», recordó.

Uno de los momentos más desgarradores ocurrió cuando el hijo de Miguel, en un intento desesperado por ayudar, ofreció sus propios ahorros a los ladrones. Sin embargo, el más joven de los atacantes rechazó el dinero del niño, diciendo: “No, papi, eso no”.

La brutalidad del asalto ha dejado secuelas físicas y emocionales en la familia. «Esto no es algo que se supera fácilmente», expresó Miguel, quien además mencionó la impotencia que siente tras haber invertido sus ahorros en un complejo de apartamentos que nunca se construyó, agravando aún más la sensación de vulnerabilidad.

Las autoridades han iniciado una investigación para dar con los responsables, mientras que la comunidad expresa su indignación por la violencia desmedida que afecta incluso a quienes buscan un mejor futuro lejos de su país natal.

El caso pone en evidencia la creciente inseguridad y la necesidad urgente de medidas efectivas para proteger a las familias trabajadoras. Mientras tanto, Miguel y su familia intentan reconstruir su vida, marcada por una noche que nunca olvidarán.