En un informe realizado por la periodista Alicia Ortega, se ha destapado un alarmante caso de agresión sexual en Jarabacoa, donde un hombre, identificado como Pedro Antonio Caraballo Rodríguez, conocido como “Buchón”, se encuentra prófugo tras haber sido acusado de abusar sexualmente de un menor de edad.
Los hechos denunciados ocurrieron el 17 de enero, cuando el sujeto, quien ofrecía “masajes deportivos”, trasladó al adolescente a su hogar, donde presuntamente se consumó el abuso. Según la madre del menor, el acusado utilizó electrodos para inmovilizar al niño, a quien le quitó la ropa antes de realizar los actos de violencia sexual. Esta técnica infundía una corriente eléctrica que dejaba al menor incapaz de moverse, lo que facilitó el abuso.
La denuncia fue presentada ante la justicia el 18 de enero, cuando el menor, angustiado, contó lo sucedido a su profesor de fútbol. Desde aquel momento, la policia ha estado tras la pista de “Buchón”, emitiendo una orden de arresto el 20 de enero, la cual llegó tardíamente, lo que permitió al sospechoso escapar del país.
El caso ha conmocionado a la comunidad de Jarabacoa, donde Caraballo Rodríguez era conocido por su vinculación con el deporte y su supuesta dedicación al bienestar de los jóvenes. Sin embargo, la familia de la víctima asegura que su relación previa con el sospechoso pudo haber permitido la realización de este acto horrendo sin la supervisión adecuada.
Durante la investigación, varios miembros de la comunidad, incluidos padres de otros niños que participaron con Caraballo Rodríguez en actividades deportivas, han expresado su sorpresa ante las acusaciones, defendiendo su carácter y asegurando que nunca habían observado conductas sospechosas. No obstante, la abogada de la familia del menor, así como profesionales de la psicología, advierten sobre la posibilidad de que existan más víctimas.
La situación se vuelve aún más complicada debido al hecho de que “Buchón” ha sido declarado como un hombre altamente peligroso y armado por las autoridades, lo cual ha llevado a la policía a intensificar sus esfuerzos para localizarlo.
En un entorno donde la seguridad de los menores es fundamental, este caso vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de establecer mecanismos más efectivos de protección y denuncia, así como una reforma en los procedimientos judiciales que eviten que situaciones similares se repitan. La comunidad de Jarabacoa y el país entero aguarda respuestas y justicia para el menor afectado por esta desgarradora historia.
El caso sigue bajo investigación, y Alicia Ortega continuará arrojando luz sobre todos los detalles en los próximos informes.



