Los moradores de la calle 41 en el sector Cristo Rey han expresado su indignación y preocupación ante la acumulación de basura y el cúmulo de aguas negras que afectan la zona. Según denuncian, los vertederos improvisados, a menudo generados por los mismos residentes, se han convertido en un grave problema sanitario.
“Esto no se puede con la gente. Es lo más asqueroso que hay. Nos estamos enfermando; aquí todos vivimos con gripe, y nadie hace nada”, expresó un residente visiblemente molesto. La falta de medidas para abordar la situación ha agravado el impacto en la salud de los habitantes, quienes exigen una respuesta inmediata por parte de las autoridades locales.
En otro orden, los propietarios de negocios de comida rápida en la avenida Nicolás de Obando, esquina Ortega y Gasset, continúan enfrentando problemas tras ser desalojados por la Alcaldía del Distrito Nacional. A pesar de haber operado en el lugar durante más de 14 años, las autoridades no les han ofrecido alternativas claras para reubicarse.
“Tenemos familias que mantener. Yo tengo seis hijos y no sé cómo voy a buscar la comida ahora. Estamos dispuestos a trabajar bajo cualquier condición, pero no nos han dado ninguna propuesta”, afirmó uno de los comerciantes afectados.
El desalojo, según indicaron las autoridades, se realizó para despejar áreas cercanas a un nuevo centro educativo en construcción. Sin embargo, los comerciantes aseguran que, incluso fuera de la zona restringida, los empleados del departamento de Espacios Públicos han continuado removiendo sus equipos de trabajo.
Los afectados han solicitado una reunión con la alcaldesa Carolina Mejía para buscar soluciones, mientras las quejas por la falta de recogida de basura y el problema de las aguas negras persisten en la comunidad.