El número de víctimas mortales en Venezuela ha ascendido a 24 tras las protestas masivas que estallaron en rechazo a la reelección del presidente Nicolás Maduro, según un informe de la ONG Provea y Human Rights Watch. Las manifestaciones, que han sido fuertemente reprimidas por las fuerzas del orden, comenzaron horas después de que Maduro fuera proclamado como presidente reelecto para un tercer mandato de seis años, con el 52% de los votos frente al 43% obtenido por el opositor Edmundo González Urrutia.

Las protestas se han extendido por varias ciudades del país, incluidas zonas tradicionalmente chavistas, lo que ha llevado a una fuerte respuesta del gobierno. Hasta ahora, se han reportado más de 2,200 arrestos, y el presidente Maduro ha anunciado la preparación de dos cárceles de alta seguridad para albergar a los detenidos, a quienes ha calificado de “terroristas” implicados en un plan para derrocarlo.

La represión ha sido severa, con informes de manifestantes heridos que han fallecido al llegar a los centros de salud. Mientras tanto, la Fuerza Armada de Venezuela ha reafirmado su lealtad absoluta a Maduro, calificando los llamados de la oposición a apoyar al pueblo como “desesperados y sediciosos”. La fiscalía ha abierto investigaciones contra María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, líderes de la oposición, por cargos de “instigación a la insurrección” y “conspiración”.

El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, ha instado a evitar un aumento de la violencia, mientras que países como Colombia, Brasil y México han expresado su deseo de facilitar un acuerdo político en Venezuela para superar la crisis. La Unión Europea y Estados Unidos también han cuestionado la victoria de Maduro, y han pedido el fin de lo que califican como una “campaña de intimidación judicial” contra la oposición.

Las tensiones continúan en aumento en Venezuela, mientras la comunidad internacional sigue de cerca los eventos que están llevando al país a una situación cada vez más crítica.