San Francisco de Jacagua, Santiago – Un trágico incidente sacudió la localidad La Delgada en San Francisco de Jacagua, provincia Santiago, cuando un haitiano asesinó a otro de varias estocadas en medio de una riña. La víctima, identificada como Gleliey Calif, de 31 años, murió mientras recibía atenciones médicas.
Según informes preliminares, el agresor, un nacional haitiano conocido solo como Samuel, huyó del lugar tras el ataque. La Policía Nacional ha activado una búsqueda intensiva para dar con su paradero. El crimen, ocurrido en el sector Los Solares de La Delgada, se atribuye a viejas rencillas personales entre ambos individuos.
El obispo de 31 años, identificado como Calter Guerrero, se vio envuelto en el violento altercado que culminó con la muerte de Calif. La Policía Nacional ha hecho un llamado al presunto agresor para que se entregue por la vía que considere pertinente, mientras continúan las investigaciones para esclarecer las causas del conflicto.
La comunidad se encuentra consternada por el hecho y las autoridades locales están trabajando para resolver el caso y llevar al responsable ante la justicia.
Violencia en República Dominicana
La violencia en República Dominicana es un problema social y se manifiesta en diferentes formas y contextos. Algunos de los tipos de violencia más comunes incluyen la violencia interpersonal, la violencia de género, la violencia intrafamiliar, la violencia juvenil y la violencia armada.
Las causas de la violencia en RD son multifactoriales y complejas. Entre ellas se encuentran la pobreza, la desigualdad, la falta de acceso a la educación y empleo, la presencia de grupos delictivos, la falta de oportunidades y la cultura de la violencia en ciertas áreas urbanas.
Además, factores como la migración, el tráfico de drogas y la corrupción también pueden contribuir a la violencia en el país.
Las consecuencias de la violencia en la nación caribaña son devastadoras para las víctimas, sus familias y la sociedad en general. Se manifiestan en términos de lesiones físicas, traumas emocionales, impacto en la salud mental, desplazamiento forzado, fracturas en las relaciones familiares y comunitarias, y pérdida de vidas humanas.
Es importante destacar que, si bien se han implementado medidas y políticas para abordar la violencia en RD, aún persisten retos y desafíos en su prevención y erradicación.



