Las manifestaciones iniciadas en contra de una reforma de la Seguridad Social canalizaron el descontento de la población en contra el presidente sandinista Daniel Ortega, al que responsabilizan de la represión y piden su dimisión.

Cuando se cumplen dos meses del inicio de las protestas en Nicaragua contra del Gobierno del presidente Daniel Ortega, la violencia se recrudece. Desde que comenzó la ola de protestas y la represión el pasado 18 de abril el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) ha registrado al menos 178 muertos y más de 1.000 heridos. Organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han alertado de posibles ejecuciones extrajudiciales y han instado al Gobierno de Ortega a cesar la represión contra los manifestantes. La Iglesia católica está mediando en un diálogo para encontrar una salida pacífica a la crisis política. Mientras, los nicaragüenses siguen saliendo a las calles para pedir el fin de la violencia y una nueva etapa en el país.

Fuente.: Elpais.com