En Cancino Adentro, Santo Domingo Este, persiste un vertedero de transferencia de basura que descarga desechos sólidos a pocos metros del río Ozama, a pesar de que el Poder Ejecutivo declaró recientemente de alta prioridad la recuperación de los ríos Ozama e Isabela. La comunidad local asegura que la situación genera preocupación por el daño ambiental y los riesgos para la salud.

Según los residentes, maquinarias pesadas continúan operando entre toneladas de desechos, mientras las autoridades municipales no han clausurado el vertedero ni presentado soluciones efectivas. “Ellos lo que están es organizando eso ahí, pero ni arreglan la calle, ni quitan el vertedero”, denunció un habitante de la zona.

El impacto sobre la salud de la población es evidente. Los vecinos aseguran que personas de avanzada edad y niños presentan problemas de salud derivados de la exposición a la basura y al agua contaminada del río. La comunidad exige una intervención inmediata para prevenir daños mayores.

Intentos de contactar a las autoridades municipales de Santo Domingo Este para conocer los planes sobre el vertedero no tuvieron éxito. Hasta el momento, no se ha dado a conocer ningún cronograma para la clausura o reubicación del sitio de desechos.

Expertos ambientales advierten que la situación podría empeorar si no se toman medidas urgentes, ya que la contaminación del río Ozama afecta no solo a Cancino Adentro, sino también a comunidades aguas abajo. La recuperación del afluente y la gestión adecuada de los residuos sólidos son consideradas prioritarias para proteger la salud y el medio ambiente.

El río Ozama es uno de los afluentes más importantes de la República Dominicana, con un recorrido de aproximadamente 148 kilómetros que lo conecta desde la provincia de San José de Ocoa hasta la ciudad de Santo Domingo, desembocando en el Mar Caribe. A lo largo de su cauce, el río atraviesa diversas comunidades urbanas y rurales, siendo fuente de agua para uso doméstico, agrícola e industrial, además de representar un importante recurso ecológico y cultural para el país. Su cuenca hidrográfica también alberga diversas especies de flora y fauna, contribuyendo a la biodiversidad de la región.

A pesar de su relevancia, el río Ozama enfrenta graves problemas de contaminación debido al vertido de desechos sólidos, aguas residuales y químicos industriales, particularmente en su tramo urbano en Santo Domingo. Esta situación ha afectado la calidad del agua y pone en riesgo la salud de las comunidades que dependen de él. Diversas instituciones y organizaciones ambientales han llamado a la recuperación y protección del río, promoviendo programas de limpieza, educación ambiental y regulación de descargas contaminantes para garantizar su preservación y sostenibilidad a largo plazo.