Mujer de 26 años que mató a su pareja asegura que no sabía que había muerto en San Francisco de Macorís.
Una mujer de 26 años, detenida por la muerte de su pareja de 35 años a causa de que lo apuñaló, declaró entre lágrimas que no sabía que el hombre había fallecido. El hecho ocurrió en circunstancias aun bajo investigación, en una vivienda donde ambos convivían y mantenían, según ella misma confesó, una relación marcada por conflictos y violencia.
Identificada como Lisbeth de 26 años, la mujer ofreció declaraciones a la prensa visiblemente afectada. “Yo no sabía que él estaba muerto”, insistió varias veces, contradiciendo lo que habría dicho el día anterior, cuando supuestamente expresó que no estaba arrepentida. “Era mi mundo”, dijo entre sollozos.
Ante las preguntas de los reporteros, Lisbeth reconoció que tenían “problemas” y que su pareja, identificada como Jorge Rodríguez, la agredía físicamente. “Sí, él me daba golpes. Teníamos problemas, vamos a decir que teníamos problemas”, declaró.
Una discusión que terminó en tragedia
Sobre lo ocurrido la noche del incidente, Lisbeth relató que el conflicto se desató cuando el hombre llegó “mal” a la casa. “Yo le decía ‘báñate, estás malo’”, explicó sin poder precisar mayores detalles sobre la discusión que derivó de que la fémina apuñalara a su pareja.
La Fiscalía ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias del hecho, incluyendo si se trató de un acto de defensa propia o una reacción impulsiva en medio de un conflicto doméstico.
De momento, Lisbeth permanece bajo custodia mientras se determina su situación legal. El Ministerio Público solicitará medidas de coerción en las próximas horas.
Violencia de género
La violencia de género en República Dominicana continúa siendo un grave problema social que afecta tanto a mujeres como a hombres, aunque con mayor frecuencia y severidad hacia las primeras, según estadísticas oficiales. Este tipo de violencia abarca agresiones físicas, psicológicas, sexuales y económicas ejercidas en el marco de relaciones afectivas, familiares o de poder, sin importar el sexo de la víctima.
Las instituciones del Estado, así como diversas organizaciones sociales, han intensificado sus esfuerzos en prevención, atención y sanción, pero persisten retos significativos en materia de educación, acceso a justicia y protección efectiva.
Si bien la mayoría de los casos reportados involucran a mujeres como víctimas, también existen situaciones donde los hombres sufren violencia por parte de sus parejas, aunque estos casos tienden a estar menos visibilizados y denunciados. La imparcialidad en el abordaje del tema es fundamental para garantizar una política de prevención inclusiva, que reconozca y atienda cualquier manifestación de violencia basada en el género o en roles tradicionales que fomentan el abuso de poder en las relaciones.
La erradicación de este fenómeno requiere un enfoque integral, con énfasis en la equidad, la sensibilización y el fortalecimiento de la cultura de paz y respeto mutuo.



