Profesor, exmilitar e ingeniero entre los detenidos en masiva operación contra la pornografía infantil

Madrid, España. – La Policía Nacional ha desmantelado una vasta red de pornografía infantil en una operación sin precedentes que ha dejado un saldo de 61 personas detenidas y otras 17 bajo investigación por producción, posesión y distribución de material de explotación sexual infantil.

La intervención, que involucró a más de 200 agentes y se desplegó en 38 provincias del país, incluyó más de 100 registros domiciliarios.

Durante los operativos se incautaron de 37 teléfonos móviles, 63 ordenadores, 229 discos duros, 58 memorias USB y más de 1,600 dispositivos de almacenamiento, todos con contenido ilícito.

Entre los arrestados figuran un exmilitar profesional, al que se le decomisaron nueve armas de fuego y munición, un ingeniero informático y un profesor de secundaria que tenía bajo su cuidado a menores en régimen de acogida.

La Unidad Central de Ciberdelincuencia, junto con la Fiscalía Especial de Criminalidad Informática, lideró esta compleja investigación que se desarrolló durante meses.

Las autoridades hicieron un llamado a la ciudadanía a no compartir ni almacenar imágenes ilegales y recordaron que estas acciones constituyen un delito grave.

Pornografía infantil

La pornografía infantil es cualquier representación visual, ya sea fotografía, video, dibujo o imagen digital, que muestre a menores de edad involucrados en actividades sexuales explícitas, reales o simuladas, o en poses posesivas de connotación sexual. Esta práctica es un delito grave que atenta contra la dignidad, integridad y derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes, y está penalizada en la mayoría de las legislaciones del mundo, incluyendo convenios internacionales como la Convención sobre los Derechos del Niño.

Más allá del aspecto legal, la pornografía infantil implica una forma de abuso sexual y explotación, ya que los menores involucrados no pueden dar un consentimiento válido y son utilizados por adultos con fines de lucro, manipulación o satisfacción personal. La producción, distribución, posesión o incluso el solo hecho de visualizar este tipo de contenido contribuye a la perpetuación del abuso. Por eso, los organismos policiales y de justicia tratan estos casos con prioridad y promueven campañas para denunciar y erradicar esta forma de violencia infantil.