La periodista Laura Castellanos aseguró que el reciente encuentro entre los expresidentes Leonel Fernández, Danilo Medina e Hipólito Mejía solo tendrá valor real si produce resultados concretos que contribuyan a resolver los desafíos del país. A su juicio, la reunión no puede verse como un fin en sí mismo, sino como un punto de partida para acciones que impacten la vida de los dominicanos.
En un análisis crítico, Castellanos recordó que, en el pasado, procesos de diálogo político bajo situaciones de crisis han producido cambios profundos, como la reforma constitucional que trajo consigo la separación de las elecciones, una nueva normativa electoral y la ola de reformas judiciales aún vigentes. “Eso fue fruto de una verdadera concertación nacional. No se trató solo de gestos, sino de consecuencias políticas y legales de largo alcance”, subrayó.
“Que cuatro líderes se reúnan, se tomen una foto bonita y manden una carta no es suficiente. El mérito no está en que se reúnan, sino en lo que logren producir de ahí”, enfatizó Castellanos, quien llamó a la clase política a dejar de lado las apariencias y enfocarse en buscar soluciones de fondo. Para ella, es indispensable que ese tipo de encuentros se traduzca en una agenda clara y en compromisos verificables con la ciudadanía.
Finalmente, cuestionó la falta de profundidad en algunas reacciones a la reunión, recordando que no se trata de ser optimistas sin fundamento. “No se puede aplaudir solo el gesto. Hay que exigir resultados. La gente quiere cambios reales, no simbolismos vacíos”, concluyó.
Castellanos también hizo énfasis en que la verdadera transformación política requiere voluntad y compromiso para enfrentar los problemas estructurales que afectan al país, como la corrupción, la inseguridad y la debilidad institucional. “Los encuentros entre líderes deben estar acompañados de un plan concreto que permita avanzar en esas áreas y no quedarse en meras declaraciones sin acción”, dijo.
Además, la analista señaló que la ciudadanía está cada vez más exigente y vigilante, y que los políticos no pueden permitirse repetir errores del pasado. “La sociedad demanda transparencia, responsabilidad y resultados tangibles. Si no, el desencanto y la desconfianza seguirán creciendo, poniendo en riesgo la estabilidad democrática que tanto se ha luchado por mantener”, concluyó.



