El viceministro de Infraestructura Escolar, Roberto Herrera, reveló este miércoles que 327 escuelas en todo el territorio nacional aún utilizan letrinas, una situación que calificó como “un lastre” que el actual gobierno se ha propuesto eliminar en el corto plazo.
Durante una entrevista en el programa Despierta con CDN, Herrera explicó que la erradicación de estas condiciones precarias es una prioridad del Ministerio de Educación. “Iniciamos un proceso para que este año nos quitemos ese lastre. No es bonito decirlo, incluso el nombre no suena bien, pero es una realidad que encontramos ahí, y lo más importante es que tenemos que resolverlo”, afirmó el funcionario.
Herrera también informó que el gobierno trabaja intensamente para entregar nuevas aulas a partir del inicio del próximo año escolar, como parte de los esfuerzos para reducir el déficit de más de 7,000 aulas que afecta al sistema educativo dominicano.
El viceministro reconoció que se han enfrentado múltiples obstáculos heredados de gestiones anteriores, incluyendo contratos mal estructurados, retrasos en la entrega de terrenos y contratistas sin capacidad financiera para ejecutar las obras.
Agregó que en algunos casos se han iniciado procesos judiciales o rescisión de contratos, aunque se prioriza el diálogo para lograr la conclusión de los planteles escolares pendientes.
“El compromiso es claro: mejorar las condiciones de infraestructura educativa para garantizar dignidad, seguridad y calidad en el aprendizaje de nuestros estudiantes”, puntualizó Herrera.
¿Qué es una letrina?
Una letrina es una instalación sanitaria rudimentaria utilizada para la eliminación de excrementos humanos, especialmente en zonas rurales o con acceso limitado a sistemas modernos de saneamiento. Generalmente, consiste en un hoyo cavado en la tierra, cubierto por una estructura sencilla que proporciona privacidad, y puede o no tener ventilación.
Las letrinas no cuentan con sistema de agua corriente ni conexión a redes de alcantarillado, lo que las convierte en una opción poco higiénica y potencialmente peligrosa para la salud.
Aunque las letrinas han sido utilizadas durante siglos como solución básica para el saneamiento, en contextos educativos representan un símbolo de precariedad e inequidad. Su uso en escuelas afecta directamente la salud, dignidad y asistencia de los estudiantes, especialmente de las niñas.
Por ello, organismos internacionales como UNICEF y la OMS promueven su reemplazo por baños modernos con agua potable, sistemas de desecho adecuados y condiciones dignas que garanticen el derecho a la educación en un ambiente saludable.



