Dajabón.– Héctor Alejandro Acevedo Estévez, alias Chico, señalado como el principal sospechoso de la masacre ocurrida la noche del pasado sábado en un punto de drogas del municipio Loma de Cabrera, se entregó este lunes a las autoridades policiales.
La entrega se realizó a través de la gobernadora de Dajabón, Severina Hill, y del comunicador Elizandy Rivas, quienes facilitaron el proceso en la sede de la Gobernación Provincial. En el hecho violento murieron cinco hombres y otras dos personas resultaron heridas, en un caso que ha estremecido a toda la región.
Durante sus primeras declaraciones, Chico aseguró ser inocente de los hechos del sábado y pidió una investigación exhaustiva. “Me están acusando de un caso del que no tengo ni la mínima idea. Decidí entregarme para que se investigue todo”, expresó.
A pesar de negar participación en esta reciente masacre, las autoridades indicaron que sobre Chico también pesan otras acusaciones relacionadas con hechos violentos ocurridos en noviembre y diciembre del año pasado. Su entrega se considera clave para el avance de las investigaciones.
La gobernadora Hill declaró que su rol fue únicamente facilitar una entrega pacífica: “Él decidió entregarse. Nosotros hicimos lo que nos corresponde como autoridades y ahora será la justicia quien determine su culpabilidad o inocencia”. Las autoridades continúan profundizando las pesquisas para esclarecer los múltiples crímenes que han sacudido a Loma de Cabrera.
El múltiple asesinato ocurrió en lo que se presume era un punto de venta de drogas, lo que ha generado preocupación entre los residentes de Loma de Cabrera, quienes demandan mayor presencia policial y acciones contundentes contra el narcotráfico que opera en la zona. Las víctimas fueron ejecutadas a tiros, en un hecho que ha sido calificado como una “limpieza” vinculada a disputas entre bandas rivales.
La Policía Nacional informó que continúa tras la pista de otros posibles implicados en la matanza y que no se descartan más arrestos en las próximas horas. Mientras tanto, Chico permanece bajo custodia, a la espera de que el Ministerio Público formalice la solicitud de medidas de coerción en su contra.



