Ciudad del Vaticano.– El Papa León XIV recibió este lunes en audiencia especial al equipo de fútbol Napoli, actual campeón de la Serie A italiana, en una visita cargada de simbolismo y emoción. Durante el encuentro, el presidente del club, Aurelio De Laurentiis, obsequió al Pontífice una camiseta oficial del equipo, firmada por todos los jugadores y con el número 10 acompañado del nombre “León XIV”.

En su intervención, el Papa destacó la importancia del espíritu de equipo fútbol y del deporte como herramienta de formación, especialmente entre los jóvenes. “El fútbol es popular en Italia y en todo el mundo. Por eso, el valor social de un acontecimiento como este va más allá del aspecto técnico o deportivo: es el ejemplo de un equipo que trabaja unido, donde los talentos individuales se ponen al servicio del grupo”, afirmó el Pontífice. En otro orden, el Vaticano aprovechó la ocasión para anunciar el lanzamiento oficial de la primera serie de sellos con la imagen del Papa León XIV, emitidos por el servicio postal con motivo del inicio de su pontificado, con valores entre 1,25 y 3,20 euros.

Papa León XIV 

El Papa León XIV es una figura de gran relevancia dentro de la historia de la Iglesia Católica, siendo reconocido por su enfoque pastoral y su dedicación al servicio de los fieles. Durante su pontificado, se destacó por la continuidad de los principios fundamentales de la Iglesia, promoviendo la unidad y el bienestar espiritual de la comunidad católica global. Su labor fue vista como una extensión de los esfuerzos de sus predecesores, especialmente en lo que respecta a la atención de los pobres y a la inclusión social de los más desfavorecidos. La influencia de sus decisiones se percibió tanto en las enseñanzas oficiales como en las acciones caritativas que realizó durante su tiempo como líder espiritual.

A lo largo de su vida, fue reconocida su vocación temprana al sacerdocio, la cual fue cultivada desde su niñez. Fue educado en un entorno que fomentó su crecimiento religioso, lo que permitió que desarrollara una profunda conexión con las enseñanzas de la Iglesia. La cercanía con el pueblo, en especial con aquellos en situación de vulnerabilidad, fue un aspecto destacado de su pontificado. Aunque su vida fue dedicada a la Iglesia, se reconoció que su verdadero legado no solo se encuentra en las encíclicas o documentos oficiales, sino también en el impacto humano que tuvo en las comunidades que atendió durante su misión.