Un año y tres meses han transcurrido desde que el cuerpo sin vida de Paula Santana Escalante fuera encontrado en una alcantarilla en la zona franca donde trabajaba. La tragedia que estremeció a la comunidad y dejó a su familia en un mar de incertidumbre sigue siendo un doloroso recordatorio. Con lágrimas de angustia e impotencia, su padre expresó su convicción de que no solo Junior Lazarito Sánchez, de 26 años, quien fue señalado como el principal responsable, está involucrado en el hecho violento que acabó con la vida de su hija.
“Yo me voy a trabajar. Esa gente grande, ahí está el problema, porque ahí es donde viene el problema”, comentó el padre, sugiriendo que existen otros posibles implicados en el caso. La familia de Paula, con el corazón roto, sigue luchando por la justicia que creen que aún no se ha hecho plena. Los vecinos también lamentan la trágica muerte de la joven, quien era conocida en la zona. “En una empresa tan grande como esa, trabajan tantas personas, y si esto pasó allí, debe haber algo que está siendo tapado”, manifestó un vecino, recordando con tristeza la vida de Paula Santana, quien soñaba con ser azafata.
El caso dio un giro inesperado cuando las autoridades detuvieron a Joaquín Alexander Hidalgo Marte (Alex) y Alex Elvin Cruz Díaz (Chucki), quienes inicialmente fueron señalados en el caso. Sin embargo, ambos fueron liberados después de que los fiscales determinaran que no había suficiente evidencia que los vinculase directamente con el asesinato de Paula. Esta decisión ha generado más preguntas que respuestas, especialmente entre los familiares de la víctima, que temen que la verdad esté siendo encubierta.
Paula Santana, quien solo tenía 22 años al momento de su muerte, había sido una joven llena de sueños y esperanzas. Sus aspiraciones de convertirse en azafata fueron truncadas de manera violenta, y el hallazgo de su cadáver en circunstancias tan misteriosas dejó a sus seres queridos con un vacío que aún persiste. La familia, apoyada por la comunidad, sigue exigiendo que el caso sea reabierto y que los responsables, si hay más involucrados, sean finalmente llevados ante la justicia.
El caso sigue siendo una herida abierta en la familia Santana Escalante, que no descansa en su lucha por la justicia. Mientras tanto, la comunidad pide respuestas, especialmente sobre las circunstancias en las que sucedió el trágico evento dentro de una empresa tan relevante. La esperanza es que el caso se esclarezca por completo y que la verdad, por fin, salga a la luz.



