Discusión por mordida de perro deja un hombre muerto en San Francisco de Macorís.
San Francisco de Macorís, Duarte. — Un hombre de 60 años identificado como Ángel María López falleció la noche del domingo tras recibir múltiples disparos durante una acalorada discusión en el sector Ventura Grullón, al norte de la ciudad. Según testigos, López paseaba con su esposa cuando un perro callejero que acompañaba a otra persona mordió a su cónyuge mientras el animal hacía sus necesidades en la vía pública.
La víctima se quejó inmediatamente con el dueño por la mordida del perro, quien reaccionó sacando un arma de fuego. En medio del altercado, el sospechoso, Andy Quesada, abrió fuego contra López, provocándole heridas mortales. Pese a los esfuerzos de los vecinos por auxiliarlo y el rápido traslado al hospital regional, López murió debido a la gravedad de los impactos.
Familiares de Ángel María López aseguraron que él jamás tuvo problemas con la justicia. “Mi hermano nunca tuvo una ficha policial ni antecedentes; era un hombre tranquilo, gracias a Dios”, declaró un allegado. La comunidad ha quedado consternada por la violencia desatada a raíz de un incidente menor.
Las autoridades policiales informaron que el presunto agresor huyó de la escena tras el crimen y han iniciado un operativo para localizarlo. Se ha emitido una orden de captura y se hace un llamado público a Quesada para que se entregue y responda ante la justicia por este homicidio.
Ante hechos trágicos como este, las autoridades y expertos en convivencia ciudadana recomiendan fomentar la resolución pacífica de conflictos y evitar reacciones impulsivas. Es fundamental que cualquier desacuerdo, por más tenso que sea, se maneje mediante el diálogo y dentro del marco legal, evitando el uso de la violencia como respuesta. La tolerancia y el respeto mutuo son esenciales para mantener la seguridad en nuestras comunidades.
Asimismo, se hace un llamado a los propietarios de mascotas a ser responsables con su manejo. Pasear a los animales con correa, supervisarlos en espacios públicos y asumir la responsabilidad de sus acciones puede prevenir incidentes que deriven en confrontaciones. Las autoridades también deben fortalecer las campañas de educación cívica y control de armas para evitar que armas de fuego terminen en manos inadecuadas y se repitan tragedias como esta.



