Tras las acusaciones de racismo vertidas por el gobierno haitiano contra la República Dominicana, debido a la implementación del protocolo de verificación de parturientas indocumentadas en centros de salud públicos, el presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, Juan Pablo Uribe, aseguró que el país no cederá ante presiones internacionales ni se dejará chantajear con discursos infundados.

“El gobierno no va a ceder ni una pulgada en esa decisión de poner orden en los hospitales dominicanos. No estamos ante una cuestión de racismo, sino de soberanía, legalidad y protección de nuestros recursos”, declaró Uribe con firmeza durante un encuentro literario.

Las declaraciones se producen en momentos en que la Organización de Estados Americanos (OEA) discute el manejo de la crisis haitiana y algunos sectores intentan responsabilizar a República Dominicana del colapso social, económico y político del vecino país.

“Ayer hubo una reunión de la OEA, y a nosotros es que quieren endosar el problema. Nos acusan de xenofobia y de racismo porque controlamos el ingreso ilegal y el colapso del sistema sanitario dominicano, cuando en realidad lo que hacemos es aplicar nuestra ley”, sostuvo el funcionario.

Racismo como cortina de humo

Uribe calificó como una “cortina de humo” el uso reiterado del término racismo por parte de autoridades haitianas y organismos internacionales para evadir sus propias responsabilidades frente a la profunda crisis de Haití.

“Llamarnos racistas es una forma cómoda de ocultar la inacción de la comunidad internacional ante un Estado fallido tomado por bandas criminales. ¿Dónde está el racismo cuando el Estado dominicano ha atendido por años a miles de haitianas sin documentos, con recursos propios?”, cuestionó.

“Invasión de vientres” y riesgo a la identidad

En su intervención, el presidente de Efemérides Patrias denunció lo que calificó como una “invasión de vientres”, refiriéndose a la alta tasa de natalidad de parturientas haitianas, que supera ampliamente la de las dominicanas. A su juicio, este fenómeno podría alterar el equilibrio demográfico y poner en riesgo la esencia misma de la dominicanidad.

“No es racismo reconocer una realidad. Es un acto de responsabilidad nacional. Si permitimos que esto continúe sin control, perderemos lo que somos como nación”, señaló.

Llamado firme a la comunidad internacional

Juan Pablo Uribe también hizo un llamado enérgico a los organismos multilaterales a cesar la retórica vacía y actuar con compromiso real frente a la situación de Haití.

“Basta de acusar a República Dominicana de racismo. Es fácil hablar desde despachos climatizados en Washington o Bruselas. Lo que necesitamos es acción concreta en Haití, no etiquetas deshonestas contra un país que ha hecho más que muchos por los ciudadanos haitianos”, concluyó.

Durante el evento, también resaltó la importancia de la mujer y la madre dominicana en la formación de valores patrióticos, evocando figuras históricas como Rosa Duarte y Olaya del Rosario, quienes jugaron un rol crucial en la lucha independentista. En ese contexto, Uribe defendió que la dominicanidad no puede ni debe ser diluida bajo falsos argumentos de racismo que buscan deslegitimar políticas de control migratorio necesarias y legales.