Comerciantes minoristas de víveres y vegetales expresan preocupación ante la marcada disminución en las ventas, situación que atribuyen a la falta de circulante y a los altos precios en origen. Así lo constató nuestra compañera Ambarnina tras realizar un recorrido por diversos puntos de venta.
“Las ventas están lentas, se vende la mitad de lo que se vendía antes”, aseguró un comerciante, mientras otro añadió que incluso con precios relativamente bajos, la demanda no repunta. Vendedores ambulantes también reportan una fuerte caída en sus ingresos diarios, señalando que la situación económica ha afectado el bolsillo del consumidor.
“Desde la pandemia para acá, la venta se ha desplomado”, comentó un vendedor. Antes decía vender hasta diez sacos de mercancía al día; ahora apenas logra colocar un quintal en tres días.
Las amas de casa también expresan su frustración por los precios. Aunque algunos productos pueden verse económicos en determinados días, la inestabilidad de precios genera incertidumbre. “Hoy vienes y está barato, mañana está carísimo”, dijo una compradora.
En supermercados, los precios reflejan esa variabilidad: el plátano se vende a 19 pesos la unidad, la libra de batata a 33, la de yautía a 64, papa a 38 y ñame a 77 pesos.
La situación refleja un panorama económico difícil, donde ni comerciantes ni consumidores logran encontrar un equilibrio entre precio y poder adquisitivo.



