París vuelve a ser el centro de atención tras conocerse que ocho de los diez acusados por el millonario robo de joyas a la estrella de televisión Kim Kardashian en 2016 podrían evitar la prisión, pese a haber sido hallados culpables. La decisión judicial generó sorpresa e indignación en redes sociales, ya que los implicados solo cumplirán sentencias en libertad supervisada debido a su avanzada edad, que oscila entre los 60 y 70 años.
El robo ocurrió hace casi una década en una lujosa residencia de la capital francesa durante la Semana de la Moda, cuando un grupo de hombres disfrazados de policías sometió a Kardashian a punta de pistola y sustrajo más de 10 millones de dólares en joyas, incluida una sortija de compromiso valuada en 4 millones. La celebridad fue atada, amordazada y encerrada en el baño mientras los delincuentes perpetraban el asalto. El caso conmocionó al mundo del espectáculo y evidenció fallas en la seguridad de figuras públicas en Europa.
Aunque el principal autor del crimen, Yunis Abbas, ya había sido liberado anteriormente por razones de salud, ahora el fallo del tribunal permite que el resto de los condenados eviten el encarcelamiento si no reinciden en delitos. Esta resolución se enmarca dentro de una tendencia judicial en Francia que busca reducir el hacinamiento carcelario entre adultos mayores. No obstante, expertos legales y figuras del entretenimiento han criticado la medida, señalando que podría enviar un mensaje equivocado sobre la impunidad en delitos de alto perfil.
Kim Kardashian es una empresaria, personalidad de televisión y figura mediática estadounidense que alcanzó fama mundial gracias al reality show Keeping Up with the Kardashians, que documentaba la vida de su familia. Nacida en Los Ángeles en 1980, Kim inicialmente ganó atención pública por su amistad con celebridades y su vida social, pero supo capitalizar esa fama para construir un imperio que abarca la moda, la belleza y las redes sociales. Con millones de seguidores en plataformas digitales, se ha convertido en una de las influencers más poderosas y reconocidas del mundo.
Además de su éxito en el entretenimiento y los negocios, Kim Kardashian también ha incursionado en el activismo social, particularmente en temas de reforma carcelaria en Estados Unidos. Ha utilizado su plataforma para ayudar a liberar a personas encarceladas injustamente y ha estudiado derecho con la intención de convertirse en abogada. Su figura es un ejemplo de cómo una celebridad puede diversificar su carrera más allá del mundo del espectáculo, combinando emprendimiento, influencia digital y compromiso social.
