El gobierno de Estados Unidos anunció este lunes la imposición de un arancel del 20.91% a las importaciones de tomates provenientes de México, una medida que entrará en vigor el próximo 14 de julio y que podría tener un fuerte impacto en el comercio agrícola entre ambos países.

Según datos del Departamento de Comercio, en 2024 más del 55% del tomate consumido en Estados Unidos provino de campos mexicanos, lo que convierte a esta decisión en un punto crítico dentro de las relaciones comerciales agrícolas entre ambas naciones.

El Departamento de Comercio justificó el arancel como una acción para “proteger a los agricultores nacionales de prácticas de comercio desleal”, en un contexto donde los productores estadounidenses aseguran estar en desventaja frente a las importaciones de bajo costo.

Desde México, productores agrícolas han expresado su preocupación ante el anuncio, advirtiendo posibles afectaciones al precio y al suministro de tomates en el mercado estadounidense, así como consecuencias para los miles de trabajadores que dependen de esta exportación.