En medio del horror que estremeció al país con la tragedia ocurrida en el centro de entretenimiento Jet Set, una figura emergió no como celebridad, sino como héroe. Rafael Rosario Mota, franqueador y escolta en el área de seguridad ciudadana e investigación científica criminal, ha sido aclamado por su valentía al salvar múltiples vidas durante el derrumbe que dejó más de 200 muertos y decenas de heridos.

Rafael no se encontraba en el lugar por entretenimiento. Como escolta, fue solicitado por un cliente esa noche. A pesar de un presentimiento que le decía que no saliera, cumplió con su deber. Al llegar al Jet Set, inspeccionó el lugar y le pareció adecuado para permanecer. Sin embargo, minutos después, el caos se apoderó del sitio: “Lo único que se escuchaban eran gritos, gritos de auxilio por todas partes”, narró en el programa “Jessica en Punto”.

Entre los escombros, sin pensar en su propia seguridad, Rafael logró rescatar al menos 12 personas. Entre ellas, la periodista Elianta Quintero, a quien admiraba desde hace tiempo. “La reconocí por su rostro… estaba atrapada. No sé cómo logré mover los escombros que la cubrían. Fue como si Dios me diera fuerza sobrehumana”.

Durante el rescate, una viga le causó una herida profunda en la mano que le requirió más de 20 puntos. Pero la adrenalina era tanta que ni se dio cuenta hasta que alguien le advirtió: “Sentía que Dios me entraba y me sacaba del lugar. Solo pensaba en salvar gente”.

Las redes sociales estallaron al conocer su historia. Usuarios lo han llamado “ángel entre ruinas” y “el verdadero héroe de la noche”. Rafael también es conocido por haber intervenido en otro caso viral: el intento de suicidio de una joven en la 27 de febrero, a quien logró rescatar con vida.

A pesar de su labor, Rafael ha preferido mantenerse con humildad. “No lo hice por fama ni por dinero. Lo hice porque sentí que era mi propósito. Mi mamá, mi esposa y mis cuatro hijos son mi motor, y Dios me tiene aquí por algo”.

Sobre los rumores de saqueos por parte de policías, fue claro: “Yo no vi eso. Es imposible que alguien con corazón escuche esos gritos y piense en robar”.

En medio de la conversación, aprovechó para enviar un mensaje de reflexión: “Valoren a la gente que tienen cerca. La vida es un segundo. Y esta Semana Santa, quédense en casa, abracen a sus seres queridos, hagan habichuelas con dulce y den gracias por estar vivos”.