El comunicador José Francisco Arias se unió este lunes a las crecientes voces que reclaman al Gobierno una explicación clara y detallada sobre el plan de reordenamiento vial que contempla la aplicación de 143 medidas, muchas de ellas calificadas como “disruptivas”, para controlar el tránsito en el Gran Santo Domingo.

Durante su participación en el programa “A diario”, Arias expresó que la ciudadanía lleva años implorando soluciones reales al caos del tránsito en la capital dominicana, pero lo único que ha recibido son promesas y declaraciones sin acciones concretas.

“El ministro de la Presidencia, Joel Santos, habló de 143 medidas disruptivas. Pero lo que más llama la atención es que ya están colocando señalizaciones que indican que no se podrá girar a la izquierda en intersecciones como Winston Churchill con 27 de febrero, Núñez de Cáceres con 27 y Kennedy con Abraham Lincoln, sin que se haya explicado cómo funcionará ese nuevo esquema”, dijo Arias.

El comunicador señaló que estas restricciones provocan confusión e incertidumbre en la población. “¿Cómo se supone que las personas van a desplazarse si se eliminan giros clave sin dar alternativas claras? ¿Tenemos que bajar hasta la Sarasota para retornar? ¿Daremos vueltas interminables entre tapones?”

Arias criticó también al director del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT), Milton Morrison, por acusar de “desinformadores” a los comunicadores que han advertido sobre estas medidas. “Si los medios están informando lo que está ocurriendo, y ustedes no han hecho una rueda de prensa formal ni han publicado la resolución en su página, no se puede hablar de desinformación. Lo que hay es una comunicación deficiente por parte de las autoridades”, agregó.

Las medidas que se anuncian forman parte del llamado “Corredor Duarte”, un viejo proyecto que busca agilizar el tránsito eliminando giros a la izquierda para reducir los tiempos de semáforo. Sin embargo, Arias y otros comunicadores advierten que, si no se implementan soluciones complementarias y se involucra a la ciudadanía en el proceso de cambios, el remedio podría ser peor que la enfermedad.

“La gente está dispuesta a colaborar con un plan que mejore el tránsito, pero si esas medidas solo trasladan el caos a los barrios y aumentan los tapones, la población las va a rechazar”, concluyó Arias, al tiempo que llamó a las autoridades a informar de manera clara, técnica y oportuna sobre cómo se aplicarán estas transformaciones en la movilidad urbana.