El brote de fiebre porcina africana en República Dominicana ha encendido las alarmas de las autoridades y los productores agropecuarios, especialmente en la provincia de Dajabón. El Ministerio de Agricultura confirmó la existencia de focos activos en seis provincias, entre ellas Hermanas Mirabal y San Francisco de Macorís, lo que ha generado preocupación en el sector porcicultor.
La Federación Nacional de Porcicultores y la Dirección General de Ganadería han reconocido que la enfermedad, presente en el país desde 2021, se ha vuelto endémica, lo que representa un desafío constante para los productores. A diferencia de brotes anteriores, como el registrado en los años 70 y 80, cuando se erradicó la población porcina en el país, en la actualidad se ha optado por un enfoque distinto, basado en la eliminación focalizada de los cerdos afectados y la implementación de medidas fitosanitarias para proteger las granjas de gran escala.
Sin embargo, pequeños y medianos productores han denunciado que la compensación gubernamental solo cubre hasta 50 cerdos, dejando fuera a aquellos con mayor cantidad de animales. Esta situación ha generado inconformidad, pues muchos consideran que no reciben el pago justo por los cerdos sacrificados. Además, la falta de confianza en los procesos de indemnización ha llevado a que algunos productores eviten reportar nuevos casos, lo que dificulta aún más el control de la enfermedad.
El director general de Ganadería, Abel Madera, aseguró que el Gobierno mantiene el control en las zonas afectadas y ha reforzado las medidas de bioseguridad. Asimismo, indicó que algunos sectores han politizado la situación, aunque reconoció la gravedad del problema. Mientras tanto, la Federación Nacional de Porcicultores anunció una rueda de prensa para fijar su posición sobre el tema.
Expertos señalan que la fiebre porcina africana afecta principalmente a pequeños y medianos productores, quienes no cuentan con los recursos suficientes para implementar estrictas medidas sanitarias. Las grandes granjas, por el contrario, aplican rigurosos controles que han permitido mantener la producción sin mayores contratiempos.
Ante esta realidad, se insta al Ministerio de Agricultura a fortalecer las campañas de concienciación y aumentar el apoyo económico a los afectados. El Gobierno ha demostrado sensibilidad con el sector agropecuario en el pasado, y los porcicultores esperan que en esta ocasión no sea la excepción. La clave para contener la fiebre porcina radica en la pronta identificación de casos y la aplicación de medidas que permitan salvaguardar la producción porcina en el país.



