El reciente debate presidencial en Ecuador, celebrado el 23 de marzo de 2025, estuvo marcado por una intensa confrontación entre la candidata de Revolución Ciudadana, Luisa González, y el presidente en funciones, Daniel Noboa. Lejos de centrarse en la exposición de propuestas concretas, el encuentro derivó en una serie de ataques personales y acusaciones mutuas que dejaron en segundo plano las soluciones a los problemas del país.
Uno de los momentos más tensos ocurrió cuando González desafió a Noboa a someterse a un test antidrogas, insinuando dudas sobre su idoneidad para el cargo. En respuesta, Noboa acusó a González de corrupción y de mantener vínculos con figuras controvertidas como el exasambleísta Ronny Aleaga y el presidente venezolano Nicolás Maduro. Estas acusaciones cruzadas evidenciaron la polarización y la falta de diálogo constructivo durante el debate.
Además, se cuestionó la legalidad de la candidatura de Noboa y su negativa a permitir que la vicepresidenta asuma el poder en su ausencia, lo que añadió más tensión al intercambio. La campaña electoral ha comenzado con un alto nivel de confrontación, y las encuestas reflejan cautela en anticipar las preferencias del electorado. En medio de estos enfrentamientos, temas cruciales como la violencia y la corrupción quedaron relegados, generando incertidumbre sobre el futuro político del país



