En un esfuerzo por combatir la creciente obesidad infantil, el gobierno de México ha implementado una nueva medida en las escuelas de educación básica: queda prohibida la venta de comida chatarra. Esta iniciativa busca promover hábitos alimenticios más saludables en un país donde la obesidad infantil ha alcanzado niveles alarmantes.
Según cifras oficiales, cuatro de cada 10 niños y dos de cada 10 adolescentes en México padecen sobrepeso. Las autoridades identificaron que, durante el recreo, los estudiantes consumen grandes cantidades de golosinas y productos poco saludables, lo que contribuye significativamente al problema.
En promedio, los niños consumen más de 500 calorías adicionales en solo 30 minutos de descanso escolar, principalmente a través de productos como papitas, gomitas y cacahuates. Para apoyar esta medida, se hace un llamado a las familias a estar alertas y colaborar desde casa para fomentar una alimentación más equilibrada.
Las escuelas que no cumplan con esta normativa enfrentan sanciones que pueden incluir desde una clausura temporal hasta la cancelación definitiva del plantel. Esta acción es parte de una estrategia más amplia del gobierno mexicano para combatir la obesidad y fomentar estilos de vida más saludables entre los jóvenes.



