Las intensas lluvias que azotaron el estado de Texas y la ciudad fronteriza de Reynosa, Tamaulipas, han dejado al menos tres muertos y más de 200 rescates, mientras las autoridades luchan por hacer frente a las devastadoras inundaciones. En Reynosa, un hombre con una cuerda en mano nadó hasta el otro lado de la calle, convertida en un río, para amarrar la cuerda a una puerta, mientras que dos personas luchaban por mantenerse a flote aferrándose a un muro cercano.
El desbordamiento de aguas y la intensidad de la tormenta sorprendieron a la población, transformando lo que inicialmente parecía una simple lluvia en una torrencial precipitación que arrasó calles y vehículos. “Estoy viendo que se están quedando muchos carros tirados allá. ¿Para qué me arriesgo?”, expresó un testigo que observaba cómo las aguas subían rápidamente.
Desde un puente, la vista era aún más desoladora, con vehículos varados y las vialidades completamente inundadas. “Le pido a Diosito que ya no nos mande tanta agua“, comentó un residente, preocupado por la magnitud de las precipitaciones.
La Protección Civil Estatal informó que al menos 130 personas fueron rescatadas y reubicadas en los dos albergues habilitados en Reynosa, que han sido comparadas con las lluvias registradas en 2020 durante el paso del huracán Hanna. La presidenta de México ha confirmado el auxilio para la población afectada, destacando la presencia de la Secretaría de la Defensa Nacional y la Guardia Nacional apoyando las labores de rescate y ayuda.
En el condado de Hidalgo, Texas, muy cerca de McAllen, las intensas lluvias también causaron severas inundaciones en avenidas, carreteras y estacionamientos, donde el nivel del agua llegó hasta los tres pies. Los residentes locales aseguraron que, aunque este tipo de lluvias no son nuevas, las recientes precipitaciones los tomaron por sorpresa. “Cuando vi que mi auto se movía, me asusté“, relató un vecino del área.
El juez del condado de Hidalgo declaró el estado de desastre local y ordenó que se tomen las medidas necesarias para garantizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos afectados por las inundaciones.



