La comunicadora Ivonne Ferreras expresó su preocupación sobre el reciente decomiso de 37 armas de contrabando por parte de la Dirección General de Aduanas (DGA) en el puerto de Haina. Aunque reconoció el esfuerzo de las autoridades para combatir el tráfico ilegal de armas, Ferreras destacó la gravedad del hallazgo y la necesidad de una investigación más profunda para esclarecer el destino de las armas incautadas.

“Es un duro golpe contra el contrabando de armas, sin duda, pero no podemos quedarnos con un simple anuncio de que ‘se incautaron 37 armas’. Es necesario preguntarse: ¿Dónde iban esas armas? ¿Quiénes las trajeron? ¿Qué se iba a hacer con ellas?”, comentó Ferreras en su intervención.

En el operativo, las autoridades encontraron 30 fusiles de distintos calibres, seis pistolas Glock y de 9mm, además de una pistola Smith & Wesson, lo que representa una cantidad significativa de armamento. Ferreras subrayó la importancia de no subestimar el impacto que estas armas podrían tener, especialmente considerando el contexto de inseguridad en la región fronteriza.

“Sabemos que el contrabando de armas es una amenaza real y que algunas de ellas podrían estar destinadas a bandas haitianas, que operan en la frontera. Este es un tema delicado que no puede ser tratado a la ligera. ¿Qué va a pasar con esas armas?”, cuestionó la comunicadora.

Ferreras también recordó que la República Dominicana ha sido señalada por Estados Unidos en varias ocasiones como un posible punto de origen de armas traficadas hacia Haití, lo que ha generado acusaciones sobre el país en el ámbito internacional.

“Es esencial que las autoridades profundicen en la investigación. No basta con incautar armas, hay que determinar de dónde vienen, quién las está introduciendo y, sobre todo, cuál era su destino final”, afirmó Ferreras, resaltando que la seguridad nacional está en juego.

Aunque reconoció el buen trabajo realizado por los escáneres de rayos X de la DGA, que ayudaron a detectar las armas, Ferreras concluyó que es fundamental que el caso no se cierre sin una explicación clara sobre el destino de las 37 armas incautadas.