En el Senado de Arizona avanza un proyecto de ley que permitiría al gobierno federal utilizar una prisión cerrada en 2023 como centro de detención de inmigrantes indocumentados. La cárcel, con capacidad para cerca de 400 personas, ha sido desactivada, pero legisladores republicanos sostienen que podría ser reactivada y adaptada para albergar a un mayor número de detenidos. Este proyecto ha generado controversia, con críticas de organizaciones defensoras de los derechos humanos, que advierten sobre las condiciones en las que se encuentran los inmigrantes en centros de detención.