A raíz de las redadas migratorias, cientos de manifestantes se congregaron frente al Ayuntamiento de Los Ángeles, California, para expresar su rechazo a las nuevas órdenes de inmigración del presidente Donald Trump. Portando carteles y banderas, los manifestantes denunciaron a gritos las medidas, exigiendo una reforma migratoria justa.
El impacto de estas redadas ha sido significativo, con un aumento notable en los arrestos realizados por la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Según datos oficiales, los arrestos diarios en todo el país pasaron de 900 a 100 personas en la última semana. No obstante, el promedio de detenciones diarias en 2024 fue de 311, lo que indica un incremento de hasta cuatro veces en el número de operativos recientes.
Las protestas del domingo 2 de febrero no se limitaron a Los Ángeles; miles de personas marcharon en diversas ciudades de Estados Unidos, desde Georgia hasta Carolina del Norte, Texas y California. Una de las concentraciones más significativas ocurrió en el centro de Los Ángeles, donde manifestantes bloquearon la autopista U.S. 101, deteniendo el tráfico en ambas direcciones.
Durante la protesta en la ciudad angelina, cientos de personas se reunieron en la histórica calle Olvera antes de dirigirse a la alcaldía. Con pancartas con mensajes como “Nadie es ilegal” y “Los estadounidenses son inmigrantes”, exigieron un cambio en las políticas migratorias. La protesta escaló en intensidad por la tarde cuando los manifestantes interrumpieron la circulación en la autopista U.S. 101. Agentes de la Patrulla de Carreteras de California se presentaron en el lugar, aunque no se reportaron arrestos.
Las movilizaciones reflejan el creciente descontento con las medidas migratorias actuales y el llamado de la comunidad para una política más humanitaria e inclusiva.



