Las torrenciales lluvias que azotaron el sur de California ayer provocaron graves desastres, especialmente en áreas afectadas por incendios recientes. En Altadena, una comunidad golpeada por el incendio Ichan a principios de enero, ríos de agua descendieron de las montañas, arrastrando lodo y causando deslaves. Varios vehículos quedaron soterrados, y las autoridades informaron que al menos tres autos quedaron casi completamente enterrados bajo el fango.

Los residentes enfrentaron situaciones extremas, con el lodo alcanzando hasta la mitad de la pantorrilla de algunos de ellos. Las autoridades, incluida la Guardia Nacional, bloquearon varias calles mientras equipos de emergencia trabajaban para despejar caminos. En una de las viviendas afectadas, el lodo llegó hasta la cochera, complicando aún más la situación.

La tragedia se repitió en Sierra Madre, donde al menos un vehículo quedó atrapado bajo el barro. Afortunadamente, no se reportaron personas heridas. Mientras tanto, otras áreas del sur de California, como Melrose, vieron cómo sus calles se inundaron, afectando comercios y restaurantes. Las inundaciones también causaron estragos en Malibu, donde un deslave bloqueó varios caminos.

Aunque las alertas de inundaciones repentinas han cesado, el peligro persiste debido a los deslaves en las zonas que fueron devastadas por los incendios, y las autoridades mantienen su presencia para asegurar la seguridad de la población.