El comunicador José Laluz compartió sus reflexiones sobre la reciente participación de Donald Trump en el Super Bowl 59, celebrando la primera vez que un presidente en funciones asiste al evento. Aunque reconoce sus diferencias ideológicas con Trump, Laluz destacó que el expresidente aprovechó el espectáculo deportivo para manipular situaciones a su favor.

Según Laluz, Trump, un conocido aficionado a los deportes, supo que Kendrick Lamar, quien ha lanzado varias críticas a su figura en el pasado, se presentaría durante el espectáculo de medio tiempo. A pesar de ser consciente de las tensiones, Trump decidió quedarse, incluso cuando el rapero hizo alusión a temas controvertidos en sus letras. Para el comunicador, la actitud de Trump ante la situación fue un claro ejemplo de tolerancia estratégica, pues el expresidente ya conocía la ventaja que su equipo de Kansas City Chiefs tenía en el juego.

Sin embargo, lo que más llamó la atención de Laluz fue el manejo que Trump hizo de un incidente que involucró a Taylor Swift. La superestrella fue abucheada por los fanáticos de los Philadelphia Eagles debido a su apoyo al equipo contrario, los Kansas City Chiefs, por su relación con el jugador Travis Kelce. Laluz señaló que, aunque los abucheos fueron motivados por la afición rival, Trump manipuló la situación, atribuyéndolos a la base “maga”, lo cual era completamente falso.

Trump publicó en sus redes sociales que “la única que tuvo una noche peor que los Kansas City Chiefs fue Taylor Swift”, con el objetivo de vincular el abucheo a su propio beneficio político. A su vez, repostió un montaje que vinculaba a la cantante con su apoyo político. Según Laluz, este acto fue un claro ejemplo de “fake news” y manipulación, lo que evidencia cómo Trump utiliza incluso situaciones deportivas y personales para reforzar su imagen y atacar a sus opositores.

En su análisis, Laluz también destacó cómo Trump continúa sus ataques a figuras como Megan Markle y a la comunidad de jóvenes seguidores de artistas como Taylor Swift, sin importar su rol como presidente, lo que pone en evidencia su enfoque polarizante. “Trump no gobierna para todos, sino solo para sus seguidores”, concluyó Laluz, reflexionando sobre cómo el expresidente sigue operando con estrategias políticas que apelan a una base específica en lugar de buscar la unidad nacional.