En un momento cargado de simbolismo y reflexión, el presidente Joe Biden ofreció su último discurso a la nación desde la Oficina Oval, a solo cinco días de entregar la presidencia a Donald Trump. Durante su mensaje, Biden destacó los logros de su administración, reflexionó sobre los desafíos del país y advirtió sobre los peligros que amenazan la democracia estadounidense.

Un legado de logros; Biden abrió su discurso anunciando un histórico acuerdo de cese al fuego y la liberación de rehenes entre Israel y Hamás, fruto de nueve meses de intensas negociaciones. “Este plan fue desarrollado y negociado por mi equipo y será implementado mayormente por el gobierno entrante. Así es como debe ser: trabajando juntos como estadounidenses”, afirmó el presidente.

El mandatario también repasó los avances de su gestión, entre ellos la modernización de infraestructura, la creación de casi 17 millones de empleos y la expansión del acceso a medicinas y servicios médicos. Asimismo, resaltó la lucha contra el cambio climático, con la aprobación de leyes ambientales históricas que, según él, combinan la protección del medio ambiente con el crecimiento económico.

En un tono emotivo, Biden recordó la esencia de Estados Unidos como “un faro de libertad” representado por la Estatua de la Libertad. “El ideal de nuestra nación no es estático; está en constante movimiento, avanzando a pesar de las tormentas”, declaró.

El presidente también expresó su preocupación por la creciente concentración de poder y riqueza, calificándola como una amenaza a los valores democráticos y la equidad. Hizo un llamado a reformar las leyes fiscales, proteger la democracia frente a la desinformación en redes sociales y garantizar un uso ético de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial.

Un mensaje de esperanza para el futuro; Biden destacó la importancia de una transición pacífica del poder, subrayando que su mayor deseo es el éxito del gobierno entrante porque, según sus palabras, “cuando le va bien a Estados Unidos, nos va bien a todos”.

El discurso concluyó con un agradecimiento a los estadounidenses y un mensaje inspirador: “Siempre he creído que Estados Unidos se define en una sola palabra: posibilidades. Nuestra nación puede alcanzar grandes sueños si trabajamos juntos. Ahora es su turno de ser los custodios de la llama”. Joe Biden deja la Casa Blanca tras un periodo de desafíos históricos, entre ellos una pandemia global y divisiones políticas, pero con la esperanza de que el ideal estadounidense siga brillando.