Washington, D.C. – En su primer día de regreso al cargo como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump firmó dos órdenes ejecutivas que han generado gran controversia y debates en todo el país.
La primera orden ejecutiva establece que el gobierno federal solo reconocerá dos géneros, masculino y femenino, basados exclusivamente en criterios biológicos. Esta medida implica un cambio drástico en políticas previas que permitían el reconocimiento de identidades de género no binarias y otras categorías dentro de la comunidad LGBTQ+. Trump justificó la medida afirmando que busca “claridad y consistencia” en las políticas gubernamentales, aunque ha sido ampliamente criticada por organizaciones de derechos civiles y activistas LGBTQ+.
Por otro lado, Trump también firmó una orden para la liberación de más de 1,200 reclusos, en su mayoría condenados por delitos no violentos relacionados con posesión de drogas. Según el mandatario, esta decisión forma parte de su compromiso de reformar el sistema judicial y otorgar una segunda oportunidad a quienes han demostrado esfuerzos de rehabilitación.
Controversia durante servicio religioso; El día comenzó con la asistencia de Trump y su familia a un servicio religioso en la Catedral Nacional de Washington, una tradición presidencial que data de 1993. Durante la ceremonia, el obispo episcopal Marian Edgar Budde ofreció un sermón enfocado en la compasión hacia los migrantes indocumentados y la comunidad LGBTQ+, incluyendo a menores de edad.
El mensaje no fue bien recibido por el presidente, quien posteriormente criticó duramente a la obispa en su red social. Trump la calificó como “antipática” y “radical”, y aseguró que el tono de su discurso fue “desagradable e inapropiado para la ocasión”. Además, demandó una disculpa pública, argumentando que sus palabras carecieron de “inteligencia y sustancia”.
El sermón ha generado opiniones divididas en el público. Mientras algunos aplauden la valentía de Budde al abordar temas sensibles frente al mandatario, otros consideran que no era el momento ni el lugar para tales comentarios.



