La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha propuesto una nueva normativa que obligaría a los fabricantes de alimentos a incluir información nutricional clave en la parte frontal de los envases. Este cambio tiene como objetivo destacar niveles de azúcares, grasas saturadas y sal, tres nutrientes directamente vinculados con enfermedades crónicas como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
De ser aprobada, esta medida complementaría las etiquetas nutricionales ya presentes en la parte trasera de los productos y busca facilitar decisiones informadas para los consumidores. La nueva regulación podría entrar en vigor en 2028, permitiendo tiempo suficiente para la adaptación de la industria alimentaria.
En paralelo, surgen preocupaciones sobre los efectos demográficos a largo plazo en Estados Unidos. La Oficina de Presupuesto del Congreso proyecta que para 2033 el número de muertes en el país superará al de nacimientos, marcando un cambio significativo en la dinámica poblacional. Esta proyección, actualizada respecto al informe del año pasado, adelanta el fenómeno en siete años, ya que inicialmente se esperaba para 2040.
La iniciativa de la FDA se inscribe en un contexto de preocupación creciente por la salud pública y la sostenibilidad demográfica, con el objetivo de fomentar un consumo más saludable y, eventualmente, reducir la incidencia de enfermedades crónicas en la población.



