El Primer Ministro de Serbia, Milos Vucevic, presentó su renuncia este martes tras semanas de protestas en las calles de Belgrado, que han sacudido al país debido a un creciente descontento por la corrupción del gobierno y una tragedia ocurrida en noviembre. La dimisión llega tras casi tres meses de manifestaciones diarias en la capital, que fueron desencadenadas por el colapso de un techo en una estación de tren de Novi Sad, que resultó en la muerte de 15 personas y dejó a otras 30 heridas.

Vucevic, quien dejó su puesto para “no seguir aumentando la tensión en la sociedad”, ofreció una declaración sin preguntas en la que defendió su trabajo al frente del gobierno. “Estoy orgulloso de todo lo que hemos hecho. Estoy orgulloso de los ministros, del gabinete, y agradezco al presidente por el trabajo conjunto”, dijo, mientras adelantaba que el alcalde de Novi Sad, Milan Djuric, también de su mismo partido, presentaría su renuncia ese mismo día.

Las protestas contra el gobierno de Vucevic, encabezadas por miles de ciudadanos, principalmente estudiantes, profesores y trabajadores, acusaron al Ejecutivo de corrupción, responsabilizándolo por la tragedia ocurrida en la estación de tren. Los manifestantes han exigido rendición de cuentas y reformas estructurales en el gobierno.

El primer ministro saliente también aprovechó la oportunidad para acusar a fuerzas extranjeras de estar detrás de las protestas, sugiriendo que la tragedia fue utilizada como un medio para desestabilizar a Serbia. “Serbia ha quedado atrapada desde entonces. Hemos visto abusos políticos de esa tragedia. Todo esto fue planeado de manera vil desde el extranjero, para poner en peligro a Serbia como Estado”, declaró.

La dimisión de Vucevic, quien hasta ahora había sido un firme defensor del gobierno del presidente Aleksandar Vucic, es vista como un paso importante en la crisis política e institucional que atraviesa Serbia. A pesar de su salida, las protestas continúan, y muchos exigen una respuesta más clara y directa del gobierno ante las acusaciones de corrupción y negligencia.