El Pentágono ha comenzado el despliegue de 1,500 efectivos militares en la frontera sur de Estados Unidos como parte de un esfuerzo para reforzar las medidas de seguridad y hacer frente a la inmigración ilegal, según un comunicado emitido el miércoles por el Departamento de Defensa. La operación, que forma parte de los planes establecidos por el presidente Donald Trump poco después de asumir su cargo, busca asistir a los agentes de la Patrulla Fronteriza y colaborar en la construcción de barreras fronterizas.

El secretario de Defensa interino, Robert Salesses, detalló que los soldados utilizarán helicópteros y aviones militares para apoyar los vuelos de deportación del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), transportando a más de 5,000 migrantes detenidos desde los puertos de entrada, como San Diego, California. El Pentágono también ha puesto en marcha ejercicios tácticos para garantizar el éxito de la operación, que ha generado opiniones divididas entre los habitantes locales sobre el despliegue militar.

Se prevé que el número de efectivos aumente en la próxima semana, con fuentes indicando que hasta 10,000 soldados podrían ser enviados para reforzar la seguridad en la frontera sur. Sin embargo, funcionarios aclararon que aún no existe una cifra definitiva y subrayaron que las autoridades civiles son las encargadas de la aplicación de la ley en esta zona.

Además de las tareas de vigilancia y seguridad, las tropas militares también proporcionarán apoyo en inteligencia, logística e ingeniería, con el objetivo de asistir en la construcción del muro fronterizo, tal como se ha anunciado en un comunicado del Pentágono. Esta acción responde a una creciente presión para abordar lo que muchos consideran una “invasión” en la frontera, un tema que ha generado intensos debates a nivel nacional.

El secretario de Defensa dejó en claro que este despliegue inicial es solo el comienzo de un esfuerzo más amplio para enfrentar las amenazas en las fronteras de Estados Unidos. “Estamos trabajando estrechamente con el DHS y agencias federales y estatales para llevar a cabo una serie de misiones que aborden todas las amenazas definidas por el presidente”, afirmó Salesses.

La noticia ha provocado reacciones encontradas entre la población local, algunos apoyando el refuerzo de medidas de seguridad, mientras que otros cuestionan el gasto y la necesidad de la presencia militar en la región. La situación sigue siendo un tema de gran debate político y social en el país.