En un inédito trino, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, admitió por primera vez que las elecciones presidenciales de Venezuela, celebradas el 28 de julio de 2024, no fueron libres. Petro destacó que las tensiones en el país vecino, como las detenciones de figuras políticas progresistas como Enrique Márquez y defensores de derechos humanos como Carlos Correa, le impiden asistir personalmente al acto de toma de posesión de Nicolás Maduro.
Petro expresó que las solicitudes colombianas para garantizar la máxima transparencia en los comicios venezolanos no fueron atendidas y remarcó que el proceso electoral careció de las condiciones necesarias para ser considerado libre, citando la presencia de bloqueos y presiones internas. Subrayó que “no podemos reconocer las elecciones que no fueron libres” y pidió que nuevas elecciones se realicen en un ambiente sin intimidaciones ni bloqueos.
El presidente colombiano hizo un llamado a la unidad de los pueblos de Colombia y Venezuela, rechazando la propuesta de separar a ambos países a través de barreras diplomáticas y destacando que la brutalidad de esas políticas afecta a millones de seres humanos. “Colombia no romperá relaciones diplomáticas con Venezuela ni intervendrá en los asuntos internos de ese país“, reafirmó.
En su mensaje, también se destacó la importancia del diálogo político y social para la paz en la región, haciendo un llamado a la libertad de todas las personas detenidas por razones políticas y solicitando un proceso democrático que garantice la soberanía de los pueblos.
Aunque Petro no reconoce formalmente a Maduro como legítimo presidente, dejó claro que la prioridad es lograr un diálogo que respete los derechos humanos y permita un futuro electoral transparente para Venezuela.