El Vaticano se llenó de alegría y magia cuando el Runny Roller Circus se presentó ante el Papa Francisco durante su audiencia general semanal. Los artistas ofrecieron un espectáculo lleno de energía y creatividad, deleitando tanto al Pontífice como a los asistentes en la plaza de San Pedro.

El acto incluyó payasos, acróbatas y un simpático perro, que protagonizó un momento especial cuando el Papa le lanzó una pelota de tenis, provocando risas y aplausos entre la multitud. Francisco, conocido por su aprecio por la alegría y el arte, aplaudió efusivamente la actuación de la compañía circense.

El evento no es un hecho aislado. La semana pasada, otra compañía de circo también llevó su talento al aula Pablo VI del Vaticano, entreteniendo a los fieles con una variedad de actuaciones artísticas.

Con este tipo de encuentros, el Papa Francisco reafirma su mensaje de inclusión y celebración de la diversidad cultural, destacando el valor del arte y el entretenimiento como expresiones que unen a las personas y elevan el espíritu.