En un clima de incertidumbre y tensión, videos captados en la ciudad de Boston muestran cómo el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) lleva a cabo redadas en la comunidad, afectando a personas sin historial criminal y sin documentos. Los testimonios de aquellos atrapados en estas operaciones federales reflejan un creciente temor entre la población inmigrante, incluso en ciudades santuario como Nueva York, donde la ley local establece que no debe haber interacción entre la policía local y los agentes de inmigración.

Expertos legales aseguran que la mejor defensa en estas situaciones es conocer y hacer valer los derechos. Si los agentes federales llegan a su casa, es crucial no abrir la puerta sin una orden judicial. En caso de ser detenido en la vía pública, solo se debe proporcionar el nombre, evitando correr o mentir al oficial, y expresando el derecho a permanecer en silencio. También se recomienda no firmar documentos, mantener la calma y documentar la situación de manera segura, ya sea con fotos o videos, si se es testigo del arresto.

Aunque la administración Trump prioriza la deportación de criminales, muchos inmigrantes temen convertirse en víctimas colaterales de estas operaciones. A pesar de que la policía local en ciudades como Nueva York no debe interferir con los arrestos, tampoco está autorizada a facilitar las labores de los agentes federales, como compartir información sobre el paradero de personas buscadas o usar recursos municipales para facilitar las detenciones.

Por su parte, el Departamento de Policía de Nueva York ha emitido instrucciones claras a sus agentes, recordándoles que, aunque no pueden obstruir el trabajo del ICE, tampoco deben colaborar activamente con ellos ni hacer uso de recursos públicos para apoyar las redadas.

La comunidad inmigrante se encuentra en un estado de alerta, temerosa de ser la próxima víctima de una detención. En medio de este clima de miedo, es esencial que las personas conozcan sus derechos y se preparen para defenderse. Como señaló un residente de Nueva York: “Estamos aquí con un propósito, pero no sabemos qué nos depara el futuro”.