California. – Sobre los restos carbonizados de miles de viviendas en Altadena y otras áreas del sur de California, la primera lluvia del año trajo más preocupación que alivio. Las autoridades han emitido alertas de deslizamientos de tierra e inundaciones repentinas, especialmente en zonas quemadas por recientes incendios, como Pacific Palisades y Altadena.

“Estamos con el Jesús en la boca”, expresó Celia, residente de Altadena, mientras su esposo intentaba proteger su vivienda con sacos de arena. “Una cosa tras otra. Digo, ‘Ay Dios mío, ya danos un descansito’”.

Riesgo de deslaves y acumulación de lodo

El calor extremo de los incendios recientes ha sellado la tierra, dificultando su capacidad de absorber el agua de las lluvias, lo que aumenta el peligro de deslaves. Las montañas en declive y los escombros acumulados tras los incendios agravan aún más la situación.

“Vivimos en una zona donde, sin terremoto y sin incendio, ya hay movimientos de tierra. Ahora, con el peso adicional del agua, esto podría ser devastador”, explicó un residente de Pacific Palisades. El lodo, combinado con árboles caídos, bolsas y restos que aún cubren las calles, podría ser arrastrado ladera abajo, poniendo en riesgo miles de viviendas.

El Servicio Meteorológico Nacional emitió alertas de inundaciones repentinas desde este domingo hasta la tarde del lunes, advirtiendo a los residentes que eviten las zonas quemadas por los incendios.

“Esta es la primera de una serie de tormentas que podrían dejar más de una pulgada de lluvia en gran parte del condado de Los Ángeles”, señalaron las autoridades.

Medidas preventivas

Las autoridades han instado a quienes viven en áreas vulnerables a tomar precauciones:

  • Colocar sacos de arena alrededor de las viviendas para desviar el agua.
  • Tener un kit de emergencia que incluya comida para varios días, en caso de que las carreteras queden bloqueadas.

No obstante, algunos residentes no parecen tomar con seriedad las advertencias. “No estamos preparados para eso. Yo nunca he visto una lluvia tan fuerte que arrase con todo”, dijo un vecino, minimizando el riesgo.

Mientras las tormentas continúan avanzando sobre el sur de California, las autoridades recuerdan que las zonas quemadas por incendios son particularmente propensas a deslaves y desbordes de lodo. La prioridad es garantizar la seguridad de los residentes, quienes, como Celia y su esposo, enfrentan la incertidumbre de lo que podría venir con estas lluvia