Un grupo de personas deportadas desde Estados Unidos a Ciudad Juárez fueron recibidas por activistas vestidos de ángeles. Los activistas, quienes sostenían carteles con mensajes que exigían protección para los migrantes, alertaron sobre el creciente peligro al que se enfrentan los deportados, debido a la presencia de grupos criminales que intentan aprovecharse de su vulnerabilidad.
Los activistas, con el símbolo de la solidaridad y la compasión, tomaron la iniciativa para demostrar su apoyo y visibilizar las dificultades que enfrentan los migrantes al llegar a esta ciudad fronteriza. A través de sus mensajes, hicieron un llamado urgente para brindar seguridad y garantías a estas personas que, tras ser deportadas, se encuentran expuestas a una serie de riesgos.
La presencia de estos grupos, que buscan explotar la situación de los migrantes, ha generado creciente preocupación entre los defensores de los derechos humanos. Los activistas subrayan la necesidad de respuestas más eficaces por parte de las autoridades para garantizar la seguridad de los deportados y evitar que caigan en las manos de organizaciones delictivas.



