Santa Claus hizo una emotiva pausa para visitar a los pequeños pacientes del Hospital Infantil Riley en Indiana. En la unidad de cuidados intensivos, donde varios bebés enfrentarán la Navidad lejos de casa por problemas de salud, Santa repartió más que regalos: ofreció amor y ternura.
Vestido con su característico traje rojo y su sonrisa inconfundible, Santa no solo entregó gorros y medias navideñas, sino que también acunó a los bebés en sus cálidos brazos, llenando de esperanza a sus familias. Para los padres, quienes enfrentan momentos difíciles lejos del calor del hogar, esta visita fue un regalo inolvidable que les recordó el espíritu de la Navidad.
“Fue un gesto lleno de amor y solidaridad. Ver a Santa con mi bebé me dio fuerzas para seguir adelante”, comentó emocionada una madre.
El deseo de todos en esta época especial es que estos pequeños guerreros puedan recuperarse pronto y celebrar el próximo año en casa, rodeados de sus familias.