El expresidente Donald Trump ha reiterado su intención de modificar la Enmienda 14 de la Constitución de los Estados Unidos, que garantiza la ciudadanía a cualquier persona nacida en territorio estadounidense. Sin embargo, expertos y analistas coinciden en que este objetivo no es viable mediante un decreto presidencial.
La Enmienda 14 y su protección constitucional
La Enmienda 14, ratificada en 1868, establece: “Todas las personas nacidas o naturalizadas en los Estados Unidos, y sujetas a su jurisdicción, son ciudadanos de los Estados Unidos”. Esta disposición, también es común en más de 30 países, incluyendo Canadá y México.
Modificar una enmienda constitucional requiere un proceso complejo:
Dada la composición actual del Congreso y las posturas de los estados, los expertos consideran que Trump carece del apoyo necesario para llevar a cabo tal reforma.
Durante su mandato, Trump prometió apoyar a los dreamers (jóvenes inmigrantes beneficiarios del programa DACA). Sin embargo, en 2017 intentó eliminar el programa mediante el Departamento de Seguridad Nacional, aunque su intento fue bloqueado por la Corte Suprema en 2020 debido a fallas procesales.
Óscar Chacón, analista en Chicago, recordó que la retórica de Trump suele dirigirse a su base política más que a propuestas viables. “Trump habla de deportaciones masivas y cambios constitucionales por decreto, pero eso es más retórica que realidad. La Constitución no se modifica por voluntad de un presidente”, afirmó.
El contexto judicial y político
Aunque un presidente no puede cambiar la Constitución unilateralmente, Trump podría buscar apoyo en un sistema judicial inclinado hacia posturas conservadoras, como resultado de los tres jueces que nombró durante su mandato, consolidando una mayoría de seis conservadores en la Corte Suprema.
A pesar de las declaraciones recientes, muchos expertos consideran que estas propuestas son poco más que un recurso político destinado a avivar el apoyo de su base, más que un plan realista para cambiar las leyes fundamentales del país.