El reciente debate sobre la incautación de 9.8 toneladas de cocaína en la República Dominicana ha desatado un conflicto diplomático tras los señalamientos del presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo. Durante un pronunciamiento, Arévalo acusó a las autoridades dominicanas de haber mentido sobre el origen del cargamento, afirmando que la droga no provenía de su país, como inicialmente se había informado. En respuesta, el presidente dominicano ha evitado abordar directamente este emplazamiento, optando por eludir una rueda de prensa que debía abordar el tema.
El caso comenzó el 5 de diciembre de 2024, cuando autoridades dominicanas incautaron el cargamento en el puerto multimodal Caucedo, gracias a la cooperación internacional. Aunque las autoridades del Ministerio Público han afirmado tener trazabilidad total sobre la droga, aún persisten dudas sobre el origen real del cargamento. Esto ha llevado a un creciente malestar con Guatemala, cuyo gobierno insiste en que las autoridades dominicanas erraron al vincular a su país con el contrabando.
La situación se complica aún más por la falta de una respuesta clara y directa por parte del gobierno de la República Dominicana. La evasión del tema por parte del presidente dominicano ha alimentado sospechas de manipulación o falta de transparencia. A medida que las autoridades dominicanas intentan minimizar el escándalo, el presidente Arévalo continúa exigiendo una rectificación pública y una explicación más detallada sobre lo sucedido.